El pasado domingo celebramos, una vez más, una comida de germanor con todos los miembros del club. Bueno, no estaban todos ya que hubieron grandes ausencias, pero los pesos pesados del equipo asistieron incondicionales y pudimos rememorar, otraaaaaaa veeeeeez, las grandes gestas pasadas.
La comida comida se las prometía tranquila y cordial, pero viejas redencillas de combates culinarios pasados afloraron ya durante la salida matutina, de manera que pudimos asistir al enfrentamiento gastronómico de nuestros queridos chefs. De nuevo se veían las caras el Potro de Tuéjar y el Hombre de Acero. Y esta vez lo hicieron a lo grande, con cuadrilátero y todo.
Desde luego, el chiringuito no habría aguantado el pedo de una mosca, pero nos pudimos reir un rato con el montaje.
Juanito tomó la delantera en la encendida del fuego, aconsejado por un Comité de Sabios traído de los confines del pueblo, que lo guiaban mientras Tomás intentaba copiar la técnica.
Se sucedían los comentarios de desmoralización entre ambos bandos mientras se iban posicionando las partes: aquellos que son gazpacheros miraban con cariño a Juanito, y los paelleros le aportaban a Tomás toda clase de elogios. Tomás, ni caso...
Y así íbamos pasando el rato, mientras las féminas y amigos del club animaban a los cocineros, y algún miembro le daba por disfrazarse de...algo.
La hora de la comida se acercaba, y algunos comenzaban a acusar el cansancio y la soledad del cocinero, que aún acompañados por los pinches, evaden sus pensamientos entre las burbujas del caldo.
Al final, y con los platos cocinados y en reposo, nos pudimos hacer la foto de rigor de los asistentes:
En el fondo del recuerdo desaparecen los malos ratos que pasas subiendo al Pico Espadan, o los dolores de las rodillas machacadas en MAMOVA o las lágrimas de humillación por no llegar a Penyagolosa después de tantas horas de esfuerzo. Sólo quedan los buenos momentos, aquellos que has pasado con la gente que te rodea y comparte tus aficiones, tus alegrías y tus temores. Esos momentos de comidas de germanor, de recibimiento al paso del arco de llegada, esos gritos de ánimo desde las vallas..esos son los momentos que hacen que aprecies a la gente que, tomando las palabras del blog de Ana Tortosa, te acompañan en este interesante viaje que es la vida.
PD: Nos vemos después del Maratón de Borriol. Deseadme suerte, porque la voy a necesitar.
Lo primero felicitaciones por esos comentarios que haces,fotos etc..... y por supuesto "ANIMO Y SUERTE" que los co..... ya los pones TU en los maratones.
ResponderEliminarMUCHA SUERTE ,sobre todo conocimiento, no te lesiones ni nada parecido que se aproxima Titaguas.
ResponderEliminarYa echaba de menos esta crónica que se hacía de esperar.
Mañana viernes salida a las 20,30 para suplir el miércoles.
EliminarPara el domingo ya somos 2 ,salida habitual para los no falleros, la hora por confirmar.
Cambio de planes por mi parte, varios hechos me obligan a no comprometerme con nada.
ResponderEliminarSi no aparezco antes, espero vernos en Titaguas, felices fallas a todos.
Pues lo dicho: SUERTEEEEEE y que los entrenamientos den sus frutos, cosa importante.
ResponderEliminarYa nos contaréis ... y gracias por la cita ... tan cierta como la vida misma ... jeje.
Un abrazote!