Marchadores,
Atrás quedan los excesos navideños y las interminables tardes familiares tras copiosas comidas regadas con los mejores caldos nacionales. A lo lejos recordamos la San Silvestre o las salidas de los primeros días de este nuevo año, pues nos hemos metido de lleno en la espiral de locura y desenfreno que caracteriza a este grupo...hemos empezado la temporada 2016. Que tiemblen los grandes corredores y ganadores de las mas diversas pruebas, pues en la lejanía, allá donde el sol no se atreve a alumbrar, se ha despertado una fuerza dormida...las piedras de todos los senderos de la contornada empiezan a vibrar al escuchar sus pasos acercarse...se apartan de su camino los árboles más arraigados y los animales más feroces del término...amigos...los Marchadores han vuelto¡¡¡.
Fin de semana completo, con dos salidas intensas y largas para la época en la que nos movemos. Y digo dos por no decir que repetimos el mismo recorrido dos días seguidos...con todo el monte que tenemos¡¡. Aunque, bueno, para ser sinceros, fui el único mono del grupo que repitió el camino, pues el sábado salí de absoluto. Salida de Chelva para subir al Tiñoso y volver sobre mis pasos, haciendo la variante de los Corrales de Cosín. Traté de desviarme hacia el Puente de la Mozaira, pero aquello era zona de guerra gracias a los cazadores, y no quería que me confundieran con una liebre. El recorrido, para aquellos que quieran verlo en directo, es: Chelva a Tiñoso y vuelta por los Corrales de Cosín.
Como iba solo y no tenía mucha prisa, me dió tiempo a hacer un par de fotos, que después resultó en más de 30, de las cuales os dejo unas cuantas:
Para aquellos que no lo conozcáis, el Pico del Tiñoso se encuentra en la parte sur del término de Chelva, a orillas del rio Turia, o Blanco como se le conoce aquí. El ascenso es bastante cómodo si se toma con paciencia y cariño, suavizándose en la segunda mitad. Queda coronado por un punto geodésico, el cual hemos fotografiado en multitud de ascensos anteriores. Si sois algo más intrépidos, podéis pasarlo de largo y continuar más hacia el sur, en busca de la Atalaya...pero eso es otra historia.
Por cierto, al igual que los Ents, me gusta ir hacia el sur porque es como ir cuesta abajo.
Y el domingo, más de lo mismo. Marie Claire, Juanito, Juanico, Vicent y el que pica las teclas volvimos sobre mis pasos del día anterior y coronamos, de nuevo, el geodésico que señala la cima de este gigante de piedra. Quedó muestra gráfica del momento:
¿A que impresiona?...Menudo aire. Hemos entrenado con frío, con hielo, con lluvia...incluso con ventiscas de nieve, pero esto pudo con todos. En algunos momentos llegó a peligrar la vida de algún mono:
Pero bueno, al final pudimos con todo lo que nos echaron y completamos una bonita mañana de domingo:
Os dejo la ruta que hicimos sin la variante del cortafuegos ni de los Corrales de Cosín: Chelva a Tiñoso y vuelta, todo por carril
Se van definiendo los objetivos de esta temporada conforme cuadramos agendas y nos reponemos de las primeras desilusiones. A Espadán vamos 4 gatos, a Javalambre vamos Mozos (creo) y yo, a la CSP va Jose María y a Gátova vamos Mozos (creo) y yo (creo). En mente, Aneto y Guara-Somontano...y mil y una más aventuras que, seguro, se cruzarán en nuestros caminos. La mayoría irán a la Liga CXM La Serranía, y volveremos a ganar jamones y trofeos en abundancia.
El otro día revisaba las numerosas fotos que tengo de las salidas domingueras, de mis salidas de absoluto, de las entradas en meta y de los pasos por los puntos donde los sufridores y sufridoras nos gritaban y animaban. Y dentro de la melancolía que me acompaña en estas últimas semanas, me surgió el pensamiento de que esto, en un día muy, muy, muy, muy lejano tocará a su fin. Terminarán las carreras, los madrugones, las risas, las conversaciones profundas con Julian sobre cine soviético, los codazos con Mozos, los sufrimientos tras decenas de kilómetros en la más absoluta soledad, los gritos de los incondicionales en las cimas de las montañas más recónditas de la geografía comarcal, los últimos pasos antes de entrar en meta junto a los mejores amigos que se puede tener, las planificaciones con Cuatro Pico mientras corremos y buscamos nuevos senderos...Entonces solo nos quedará recordar que estuvimos ahí, que podemos contarlo porque corrimos junto a esta panda de locos, que nadie nos puede quitar esos momentos...miraremos de nuevo esas fotos, esos dorsales que guardamos celosamente en un cajón como el mayor de los tesoros...esa camiseta con la pasamos tanto.
Quien no está viviendo estos años tan increíbles no sabe a qué me refiero, sólo se lo pueden imaginar, y ni aún así. Todo esto desaparecerá, y quiero pensar que, de vez en cuando, alguno de los que nos sucedan recordará que hicimos todo lo posible por disfrutar de este deporte, de nuestros caminos y senderos,...en definitiva, de pasarlo bien en compañía de los mejores.
Ana, sí que se puede elegir a los que quieres que te acompañen en el camino. Pero me he dado cuenta de algo más, y es que tienes que hacerte merecedor de su compañía, pues entonces elegirán seguirte.
Cada vez me gusto más como escribo...
Fin de la transmisión.
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