Marchadores,
Fin de semana con mayúsculas y letras de oro en la historia del club pecuario de la villa madre. Domingo de hazañas épicas como no se recordaba en años. Una carrera que nos seguirá hasta el fin de nuestros días deportivos, por el esfuerzo, la lucha y la tenacidad que demostraron los cinco valientes que se desplazaron el pasado día del señor a la prueba de las pruebas ligueras, por detrás de la nuestra.
Como siempre, quedaban los cinco absolutos antes de que Lorenzo hiciera acto de presencia por el Castellano, ante el asombro de los parroquianos que, bebida espirituosa en mano, apuraban los coletazos de una boda realizada el día anterior. Juan, Ezequiel, Jose María, Salva y el que pica las teclas miraban con recelo hacia las tierras del interior, sabiéndose protagonistas de una de las carreras más duras en los territorios cercanos al Cap i Casal. Desde luego, la máxima de nuestro buen compañero, y mejor amigo, se iba a hacer realidad: solamente iba a gritar el que quisiera y pudiera.
Llegada temprana a La Puebla de San Miguel, y primeras caras conocidas, reflejando el frío que nos acompañaba. Los amigos de MTB Tuejar, los de Trail Villar...Mezcla de colores y saludos entre unos y otros, pero todos metidos en el bar de la plaza, porque fuera dolía estar de plantón. Reparto de dorsales, último viaje al maletero del coche cual poligoneros valencianos y vuelta al arco y al león. Control de dorsales algo lento para mi gusto...y salida de los más raro¡¡ A la que nos damos cuenta, ni cuenta ni naaaa...aleeeee grita uno y "tos palante".
Y a partir de aquí, que cada uno se apañe como pueda. Por mi parte, salida rápida en cabeza para quitar tráfico en las primeras subidas. Trascurren las primeras fracciones de legua a un ritmo cómodo, pero picando para arriba. A tiro de piedra van por delante los compañeros de Tuejar...Rafa, Carlos y Alberto. El objetivo, no perder la estela de los vecinos de término y tratar de subir con ellos hasta Javalambre. La realidad, el tráfico de subida al Gavilán me irá separando de ellos, ante la imposibilidad de enganchar un ritmo de caza.
Bajada del Gavilán y subida al Calderón, y por medio algo llamado Cabroncillo. Hace dos años os contaba en qué consiste esta subida: rampas del 46%, lleno de aliagas mal cortadas, piedras sueltas y una solana propia de una terraza en el infierno. Curiosamente, durante la subida iba pasando gente, posiblemente por la tracción a las cuatro extremidades que llevaba: palos en las manos y las uñas largas en los pies. Bajada por detrás del Calderón a buen ritmo, hasta el avituallamiento del Barranco Saladillo, por donde pasamos otra vez en el kilómetro 35, y donde hace dos años estaban las animadoras más entregadas del club, y Manolo echándome la bronca porque iba despacio.
Y a mitad de ascensión a Javalambre, y en compañía de dos ultras de Torrent, alcanzamos a Carlos y Alberto. Ambos sufriendo las inclemencias de articulaciones y músculos, pero siempre avanzando a buen ritmo. Dejo a los torrentinos y me quedo con los tuejanos, que van algo más parecido al ritmo que quiero coger en la subida. Vamos subiendo hasta el pico y, tras repostar, uno de los compañeros inicia la aventura de la vuelta a la salida en solitario. Que fuertes que están los MTBeros¡¡ Carlos y yo vamos bajando a ritmo, y comienza a notarse algo en las piernas. Sensación de alguna carrera pasada (aquella MiM de los coj...), el ritmo de bajada comienza a ser forzado físicamente, y el crono comienza a decir que no vamos bien de tiempo. Antes de llegar al Barranco del Saladillo por segunda vez ya había pasado por varios momentos de apuro, alguna parada en la ascensión, y las primeras caras conocidas que empiezan a pasarme. Victor Cerdá me da ánimos (desde estas líneas desearle suerte en su nuevo reto por el Camino de Santiago), y detrás viene Esther, con quien llegaré al 35 pidiendo la hora.
A partir de aquí, las sensaciones van creciendo exponencialmente...las piernas no van, el pecho no respira bien y el estómago dice que ya está bien. Por tanto, cambio de estrategia...a partir de este momento quedan 10km que habrá que sufrir con cabeza. Por tanto, hasta meta cualquier subida se camina y cualquier bajada se sufre...¿y los llanos?...a saltos¡¡¡
Llegada al arco con sensaciones de frustración, de cansancio, de esfuerzo titánico y de desesperación ante la pérdida de todas las horas entrenadas para este objetivo. Pero tras unos minutos de reflexión, me invade la duda de cómo habría sido sin todo ese entrenamiento...no lo sé..pero seguro que peor.
Bueno, y tras piponear por la meta, ducharme en la fuente a la vista de todos los curiosos, charlas con el incansable Jaime y una cabezada en un porche junto al arco, una voz me dice que si veo llegar a Juan que lo avise (lo siento Jaime, se iba a enterar igual). Y cuando Juan encara la recta, mis gritos a Jaime ( Jaimeeee, que viene Juanitoooo, que viene) hacen que el recibimiento del Hombre Metálico invadan toda la población. Sonriente, y entero, se dirige directamente al punto de avituallamiento a repostar.
Le sigue Jose María, que pasa por el arco como una flecha hacia el botijo. Contento por haber rebajado su tiempo...
Preocupados por la tardanza del resto de la manada, nos dirigimos hacia la zona de la última bajada y, tras un rato de dejarnos los ojos entornando a mas no poder, aparece un grupo de sufridores. Por delante, una estela naranja les está dando una lección de cómo bajar después de 45km de carrera, levantando polvo cual correcaminos...mic, mic. Llega Salva...
Y pisándole los talones, y con cara de haber sufrido lo que no está escrito, Ezequiel aparece cerrando la participación de la marea chelvana...
Os dejo el resto de fotos en la galería. He quitado las del jacuzzi y el baño turco por petición de alguno...
En fin, queda la clasificación como sigue:
Marchadores, empezamos la recta final hacia la prueba reina de la liga, por más que le pese a alguno. Durante estas semanas transitarán por los senderos de la Vuelta del Carro, del Mozul y del Cantal todas las almas en pena que se ven participantes en una carrera que exige algo más que esfuerzo y entrega. Exige cabeza, estrategias calculadas, dosificaciones casi al metro y mucho corazón. Por mi parte, será un entrenamiento más para la burrada del mes de Octubre...que donde voy? jajajaja Dónde vamos¡¡¡¡ ...Estaremos en el Desafío Lurbel en Benidorm...nuevos molinos que vencer y nuevos gigantes que imaginar.
Fin de la transmisión.
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